L’Orange Love: el universo íntimo de Ernesto Catena

L’Orange fue una de esas joyas que se nos cruzan en la vida. Llegando a Mendoza, vi que una brasileña que conocí en Instagram estaba en la ciudad. Fuimos a tomar un café y, charlando, le comenté que tenía muchas ganas de ir a alguna bodega pequeña, con una propuesta experimental. Me fui a casa con la recomendación de visitar L’Orange.

 

El lugar es de ensueño. Una pequeña parcela en una calle residencial de Chacras de Coria, a pocos kilómetros de la ciudad. Detrás de los muros, el universo íntimo de Ernesto Catena.

Hijo de Nicolás Catena, Ernesto es uno de los herederos de la viticultura argentina. El hijo curioso, aventurero e innovador. Conocido por etiquetas como Alma Negra, Tikal, Padrillos y Ánimal, desde el año 2000 desarrolla un estilo propio: vinos orgánicos, biodinámicos y naturales que buscan reflejar la verdad de la tierra y su visión de la viticultura como arte.

La bodega L’Orange Love

Si en Vista Flores está su taller (Ernesto Catena Vineyards), L’Orange es su home office. La bodega es un pequeño galpón, con algunos tanques de fermentación (huevos de cemento, ánforas, etc., muy utilizados en la producción de vinos orgánicos) y algunas barricas para almacenamiento (sólo períodos cortos, en barricas de hasta 6° de uso, ya que la propuesta es resaltar las características de la uva y de la tierra, sin la influencia de la madera). Una mesa en la terraza recibe a los visitantes, siempre en pequeños grupos (ese día sólo éramos dos). Enfrente, la residencia de Ernesto, su huerto orgánico y un jardín que invita a pasar horas disfrutando del entorno y de los vinos (ligeros, frescos, llenos de energía y ternura).

 

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Las visitas pueden ser con degustación o incluir almuerzo. Como es habitual, opté por la degustación con almuerzo.

Experiencia de cata de vinos con almuerzo

Ligeros, frescos, llenos de energía y ternura. Estas palabras definen no sólo los vinos, sino toda la experiencia L’Orange.

Desde el primer momento fuimos recibidos con todo el entusiasmo y cariño por Micaela, responsable de guiar la visita, presentar los vinos y armar los maridajes.

La experiencia dura alrededor de 2 horas si es sólo cata, y tres horas con almuerzo. El local es pequeño, y las visitas son prácticamente exclusivas. Ese día, sólo estábamos mi pareja y yo. Fue un momento súper tranquilo para charlar, disfrutar del jardín, conocer los vinos y comer con calma.

Noelia, la cocinera de la casa, se encarga de la comida. No hay menú: ella prepara los platos según lo que tiene ese día, con lo que recoge del jardín. Comida casera, fresca y afectuosa, en total armonía con el entorno y los vinos.

✴️ Probamos ✴️

▪️ Copa de bienvenida:
Choique, vino naranjo de Chardonnay y que lleva el sello L’Orange Love. Orgánico, sin filtrar y sin sulfitos. Precioso. Me sorprendió la limpidez: los naranjos que había probado antes eran más turbios, pesados.

▪️ Entrante:
Huevos revueltos con champiñones y tomates de la huerta / empanadas de ternera + vino rosado Jardin Enchantè Malbec, con el sello Animal Organic. Un homenaje al amor. Este vino me acompañó unos meses durante la cuarentena. Me encanta. Fresco, buena acidez, aromático, notas de frutos rojos frescos, rosas y jazmín.

▪️ Principal:
“Churrasquito”, verduras asadas, tomates y lechugas de la huerta + Tatu Syrah Biodinámico, 8 meses de crianza, 75% en ánfora de cemento y 25% en barrica de roble francés de 500L de 6º uso. Este vino tenía una frescura que me desconcertó, algo que nunca había visto en un tinto y no sabría decir de dónde venía. Notas de frutas negras y hierbas, algo más parecido a esos arbustos de olor fuerte que crecen en el jardín.

▪️ Postre:
Panqueques y café ♥️

 

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Fue un privilegio visitar el lugar. Recuerdo que en mi primera visita a Mendoza, en 2019 y recién llegada a Argentina, tomé un Padrillos Pinot Noir en un bar. Fue mi primer Pinot Noir en la vida (imagínense, hoy es el que más amo). Una delicia complementar este recuerdo con más detalles sobre el mundo del enólogo responsable por crearlo.

Consulte nuestra Guía de Bodegas Argentinas para visitar en Mendoza.