Vinos de corte y vinos varietales: ¿cuál elegir?

Elegir un vino puede parecer una tarea complicada al principio, pero no cabe duda de que hacerlo con seguridad constituye un punto de inflexión en la vida de cualquier enófilo. Ser capaz de identificar las preferencias personales al sacar un vino de la estantería es la clave para no acabar decepcionado con la compra.

El universo del vino está atravesado por varias áreas de conocimiento que incluyen la naturaleza, la geografía y la historia, la cultura, el comportamiento humano y las principales tradiciones de la sociedad. Cada botella lleva consigo una personalidad, formada por un conjunto de estas características.

Una de estas particularidades está relacionada con las uvas utilizadas en la producción. Ya sea una sola cepa o una mezcla de ellas. ¿Quieres saber más al respecto? A continuación, te contamos todo sobre qué son los vinos de corte y vinos varietales, sus principales diferencias, características y, por supuesto, ¡damos consejos exclusivos!

Lo que debes saber sobre vinos

Antes de avanzar, es importante derribar algunos mitos:

• Un vino no tiene que ser caro para ser bueno.
• No todos los vinos están hechos para envejecer, ni necesitan envejecer.
• Los vinos no se producen necesariamente a partir de un único tipo de uva.

Estos datos son cruciales para comprender las diferencias entre los vinos de corte y los varietales.

En primer lugar, lo que hay que saber es que existen distintos tipos de uva y de vinos:

• Algunas uvas se adaptan mejor a largos periodos de crianza en barricas de roble, otras no.
• Algunos vinos están pensados para ser más frescos y ligeros, o para expresar todas las características de la uva o del terruño, muchas veces sin la interferencia de la madera.
• Otros son diseñados por el enólogo para ofrecer una amplia gama de aromas, sabores y sensaciones, complejidad que se beneficia del uso de diferentes tipos de uva.

También están los que son el resultado de décadas de tradición: uvas producidas en la misma región, terruño, métodos utilizados… Es el caso de los vinos con Denominación de Origen (D.O.).

La calidad de un vino no sólo depende del tipo de uva, sino también de su terroir (conjunto de características del clima y el territorio), la añada, la cosecha y la forma de producción. En ningún momento la calidad vendrá definida por el precio. Dependiendo de cómo se haya producido, un estilo de vino puede haber sido más costoso que otro, y esto lógicamente se reflejará en el precio de venta.

Además, hay que dejar de lado la creencia de que el vino es algo que tiene que ser lujoso y caro. En muchos países -especialmente en los de fuerte producción vinícola- el vino es una bebida típica y de mesa, presente en el día a día de las familias. Aprender más sobre el vino nos ayuda no sólo a identificar el mejor vino para nuestro gusto, sino también para nuestro bolsillo.

Vinos de corte y vinos varietales, entiende la diferencia

Pero entonces, ¿qué son los vinos de corte y los vinos varietales, y qué características se puede esperar de cada uno de ellos?

Vinos varietales

Son vinos producidos a partir de una sola uva. Así de sencillo.

Uno de los libros sobre vinos con más uvas citadas incluye 1.368 variedades (Wine Grapes, Robinson, Harding. Vouilamoz, 2012). Muchas, ¿verdad? ¿Alguien habrá podido probarlas todas en su vida?

Una curiosidad:

Los vinos varietales se difundieron como forma de posicionar los vinos del llamado “Nuevo Mundo” en el mercado mundial. En las regiones más tradicionales (el “Viejo Mundo”, Francia, Italia, España, Portugal, etc.) los vinos se conocían principalmente por su Denominación de Origen (D.O.), un conjunto de características de la región. Varios de los vinos más conocidos llevan el nombre de lugares, no de uvas. Algunos ejemplos son: Borgoña, Bourdoux, Chianti, etc. Cada D.O. de éstas permite un grupo de uvas, los vinos pueden ser mezclas compuestas con las uvas permitidas, o varietales. La información no siempre aparece en la etiqueta.

Cuando Robert Mondavi (pionero del vino californiano) decidió enfrentarse a la producción europea de vino (sugiero ver el documental Mondovino), centró su estrategia en los vinos varietales. Promover el vino por la uva, en lugar de por la región. Con el tiempo, este concepto fue adoptado por los países del Nuevo Mundo (Chile, Estados Unidos, Argentina, Uruguay, Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda, etc.) como forma de diferenciarse. Hoy en día, los países del Viejo Mundo también han empezado a sacar al mercado vinos varietales.

Una característica de los vinos varietales es que muchos de ellos no pasan por crianza en madera; son vinos jóvenes, que expresan las características de la uva y el terruño sin interferencias. Muchos, pero no todos: hay varios vinos varietales Reserva y Gran Reserva.

Para quienes dan sus primeros pasos, probar varietales jóvenes es una gran opción. Catarlos permite entender las diferencias de intensidad y cuerpo, y es más fácil identificar las notas y los aromas del vino.

Yendo un poco más allá, probar vinos varietales con contacto o paso por madera también ayuda a darse cuenta de cómo reacciona cada uva a esta interacción, qué notas desarrolla. Después, los vinos de corte se vuelven aún más interesantes.

Vinos de corte (blends)

La mayoría de los “grandes vinos” (tanto del Nuevo Mundo como del Viejo) son mezclas de dos o más uvas, muchas veces con crianza en madera.

Pero, espera, ¿no era que no existen vinos mejores o peores, y ahora me vienes a hablar de “grandes vinos”?

Al igual que el cocinero, el enólogo es un artista y un alquimista. El cocinero selecciona los mejores ingredientes para elaborar un plato de mayor complejidad, de autor, que juega con los sabores, las texturas y las sensaciones. El enólogo diseña y propone un vino, estudia las características de esa uva, de esa añada, y hace su magia.

Al mezclar tipos de uva e incluir (o no) periodos de añejamiento (en barricas de roble, botella u otros procesos), este profesional estará jugando con diferentes aromas y sabores, prediciendo cómo será la percepción de la intensidad, la acidez, el alcohol, explorando todo el potencial de la materia prima. El resultado es, por supuesto, un vino más complejo, con más misterios por descubrir e historias que contar.

¿Es mejor un vino de corte que un varietal? Desde luego que no. Cada vino tiene sus propias notas, aromas, texturas, sensaciones. Cada botella es una botella por descubrir.

¿Es un vino de corte más complejo que un varietal? Probablemente sí, por eso las mezclas son tan populares entre los sommeliers y los enófilos más experimentados.

¿Debemos aspirar siempre a una mayor complejidad? Para nada. Cada momento requiere un vino, cada persona tiene sus preferencias. Y, si el tema es el maridaje de vinos y comida, cada plato interactúa con los vinos a su manera.

¡Aprende más sobre el vino!

¿Conoces cuál es la mejor manera de entender todo lo que acabamos de decir sobre vinos de corte y vinos varietales? ¡Catando! Lee nuestro artículo sobre cómo catar un vino y deja que tu próxima copa te sorprenda.